Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio de ti mismo; tu registro no es verdadero.

Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio de ti mismo; tu registro no es verdadero. ¡Cómo hace frente a esta engañosa cavilación! No discutiendo la sana máxima humana de que 'la alabanza propia no es alabanza', sino afirmando que Él era una excepción a la regla, o más bien, que no tenía aplicación para Él.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad