Y Dalila dijo a Sansón: Hasta ahora te has burlado de mí, y me has dicho mentiras; dime con qué puedes ser atado. Y él le respondió: Si tejieras los siete mechones de mi cabeza con la red.

Si tejes los siete mechones de mi cabeza,  trenzas o mechones, en los que, como muchos en Oriente que llevaban el pelo largo, eligió trenzar su cabello. De los monumentos egipcios se desprende que antiguamente se utilizaban dos tipos de telares para tejer: el telar horizontal, en el que trabajaban los hombres, y el telar vertical, que empleaban principalmente las mujeres.

De este tipo era el telar en el que Dalila enredó los siete mechones de pelo de Sansón. Era de construcción muy sencilla: la trama se introducía en la urdimbre, no con un junco, sino con una espátula de madera; el extremo de la red se sujetaba a una clavija o estaca fijada en la pared o en el suelo; y mientras Dalila estaba sentada en cuclillas ante su telar, en un hueco de la cámara, Sansón estaba tendido en el suelo, con la cabeza reclinada sobre su regazo, una posición muy común en Oriente.

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