Seis días se trabajará; pero el séptimo día es día de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis en él; es el día de reposo de Jehová en todas vuestras moradas.

El séptimo día es el día de reposo: (ver las notas en Éxodo 20:8 ). El día de reposo tiene la precedencia que se le da, y debía ser una "santa convocación", observada por las familias 'en sus moradas', cuando fuera posible, por el pueblo que se dirigía a la puerta del tabernáculo; en períodos posteriores, reuniéndose en las escuelas de los profetas y en las sinagogas.

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