Y cuando llega a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo; porque he encontrado mi oveja que se había perdido.

Y cuando llega a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo; porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Es un hermoso principio de nuestra naturaleza que el sentimiento profundo, ya sea de pena o de alegría, es casi demasiado para uno solo, y que hay un sentimiento de alivio positivo al tener a otros para compartirlo. Nuestro Señor proclama aquí que este principio está en operación incluso en el procedimiento divino.

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