El que detiene su vara, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, lo castiga desde temprano.

El que escatima su vara, aborrece a su hijo, es decir, actúa de tal manera que podría suponerse que actuaría alguien que odiaba al muchacho y deseaba su ruina. "Su vara", la vara que el padre está obligado a usar.

Pero el que lo ama, lo corrige desde temprano, es decir, temprano, diligentemente, con esmero, mientras el niño aún es tierno; tan pronto como la corrupción del niño comienza a brotar. El árbol debe doblarse cuando es joven. El castigo es seguir al pecado tan pronto como para evitar que se forme el hábito del pecado, literalmente, 'primero busca castigo (disciplina) para él' (Gesenius, Mercer). Gejer y Maurer toman el sufijo hebreo, 'lo busca temprano', es decir, 'castigar'.

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