Al que encubiertamente calumnia a su prójimo, yo lo cortaré; al de ojos altivos y altivo de corazón, no lo sufriré.

Cómo actuará el rey en su carácter público. No soportará la calumnia ni el orgullo. Tomará solamente a los fieles para que moren con él como siervos, y desterrará a los engañosos de su presencia y exterminará a los malhechores.

Versículo 5. Al que calumnia a su prójimo en secreto, lo cortaré. David conoció por amarga experiencia en los días de Saúl, los crueles efectos de la calumnia. Enocurre el mismo hebreo.

Al que tiene una mirada altanera y un corazón orgulloso, no sufriré. El orgullo y la calumnia van juntos; porque el desprecio de los demás es con miras a exaltarse a uno mismo.

Versículo 6. Mis ojos estarán sobre los fieles de la tierra, para que habiten conmigo, como siervos y consejeros.

El que camina por el camino perfecto me servirá , incluso como yo mismo me propongo "caminar por el camino perfecto (recto, sincero)".

Versículo 7. El que obra engaño no habitará dentro de mi casa, así como "yo ando dentro de mi casa con corazón perfecto". "Dentro de la casa del rey", su vida privada, contrasta con "la ciudad del Señor" (), la administración pública.

El que habla mentiras no se demorará delante de mis ojos, Hebreo, 'no se establecerá', etc.: cf.. Si un siervo mentiroso entra en mi empleo, no se le permitirá permanecer en él.

Verso 8. Destruiré temprano a todos los impíos de la tierra. "Temprano": literalmente, 'todas las mañanas'. Se refiere al celo incansable del rey, renovado cada mañana, en extirpar a los malvados. La mañana era el tiempo acostumbrado de pruebas y juicios.

Para exterminar de la ciudad de Jehová a todos los malhechores. Es porque la ciudad en la cual yo gobierno es la ciudad del Señor, Sion, que tengo la solemne obligación de extirpar a todos los que no son dignos de tal ciudadanía.

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