Números 24:1-25

1 Cuando Balaam vio que al SEÑOR le parecía bien que bendijera a Israel, no fue como las otras veces en busca de encantamientos, sino que afirmó su rostro hacia el desierto.

2 Balaam alzó sus ojos y vio a Israel acampado según sus tribus, y el Espíritu de Dios vino sobre él.

3 Entonces pronunció su profecía y dijo: “Dice Balaam hijo de Beor, dice el hombre cuyo ojo es perfecto;

4 dice el que escucha los dichos de Dios, el que ve visión del Todopoderoso, caído, pero con los ojos abiertos:

5 “¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob; tus moradas, oh Israel!

6 Se extienden como vegas, como huertos junto al río, como áloes plantados por el SEÑOR, como cedros junto a las aguas.

7 El agua correrá de sus baldes; su simiente tendrá agua en abundancia. Su rey será más grande que Agag; su reino será enaltecido.

8 “Dios, que lo ha sacado de Egipto, es para él como los cuernos de un toro salvaje. Devorará a las naciones enemigas; desmenuzará sus huesos y las destrozará con sus flechas.

9 Se agacha y se echa cual león; y como leona, ¿quién lo despertará? ¡Benditos sean los que te bendigan, y malditos los que te maldigan!”.

10 Entonces se encendió el furor de Balac contra Balaam, y dando palmadas Balac dijo a Balaam: — ¡Yo te he llamado para que maldigas a mis enemigos, y he aquí tú los has colmado de bendiciones estas tres veces!

11 ¡Ahora lárgate a tu lugar! Yo dije que te llenaría de honores, pero he aquí el SEÑOR te ha privado de honores.

12 Y Balaam respondió a Balac: — ¿Acaso no hablé yo a tus mensajeros que me enviaste, diciendo:

13 “Aunque Balac me diera su casa llena de plata y de oro, yo no podría transgredir el mandato del SEÑOR, para hacer cosa alguna, buena ni mala, por mi propia voluntad, y que solo lo que el SEÑOR dijera, eso diría yo”?

14 Ahora, he aquí me voy a mi pueblo. Por tanto, ven, te advertiré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los últimos días.

15 Entonces pronunció su profecía y dijo: “Dice Balaam hijo de Beor, dice el hombre cuyo ojo es perfecto;

16 dice el que escucha los dichos de Dios, el que tiene el conocimiento del Altísimo; el que ve visión del Todopoderoso, caído, pero con los ojos abiertos:

17 “Yo lo veré, pero no ahora; lo contemplaré, pero no de cerca: Una estrella saldrá de Jacob, se levantará un cetro de Israel. Aplastará las sienes de Moab y los cráneos de todos los hijos de Set.

18 También Edom será conquistada; Seír será conquistada por sus enemigos. Pero Israel hará proezas;

19 uno de Jacob dominará y destruirá a los sobrevivientes de la ciudad”.

20 Al ver a Amalec, pronunció su profecía y dijo: “Amalec fue la primera de las naciones, pero su final será destrucción”.

21 Al ver a los queneos, pronunció su profecía y dijo: “Firme es tu habitación, y pones en la peña tu nido.

22 Pero los queneos serán destruidos. ¿Para cuándo Asiria te tomará cautivo?”.

23 Luego pronunció su profecía y dijo: “¡Ay! ¿Quién vivirá cuando Dios haga esto?

24 Saldrán naves de la costa de Quitim, que humillarán a Asiria, y humillarán a Heber; pero también él vendrá a destrucción”.

25 Entonces Balaam se levantó y se fue de regreso a su tierra. También Balac se fue por su camino.

BALAAM PREDICE LA BIENAVENTURANZA DE ISRAEL.

1. no fué … al encuentro de agüeros—para usar encantamientos. Su experiencia en las dos ocasiones anteriores le había enseñado que estos actos supersticiosos de su culto eran inútiles, y por lo tanto ahora él meramente miró hacía el campamento de Israel, o con el designio secreto de maldecirlos, o para esperar la inspiración divina.

2. vió a Israel alojado por sus tribus—i. e., en la distribución metódica del campamento (cap. 2). el Espíritu de Dios vino sobre él—Antes que fuera instituído el ministerio regular de los profetas, Dios hacía uso de diferentes personas como instrumentos por medio de quienes revelaba su voluntad, y una de ellas era Balaam. (Deuteronomio 23:5).

3. el varón de ojos abiertos—i. e., un veedor (1 Samuel 9:9), profeta, a quien era revelado el porvenir en visiones; algunas veces cuando caía en sueño (Génesis 15:12), frecuentemente en éxtasis.

5-7. ¡cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob!—linda explosión de admiración, expresada estilo altamente poético. Todos los viajeros describen la hermosura que presta al desierto la hilera circular de tiendas beduinas. ¡Qué impresionante, pues sería la vista, contemplada de las alturas de Abarim, del inmenso campamento de Israel, extendido sobre las llanuras al pie de la montaña!

6. como lináloes—un arbusto aromático en las riberas de Eufrates, cuya forma cónica sugería la semejanza a una carpa. La imaginación excesiva de estos versículos pinta el origen humilde, progreso rápido y la prosperidad de Israel.

7. ensalzarse a su rey más que Agag—En aquel entonces los amalecitas eran los más poderosos de todas las tribus del desierto, y Agag era el título común de sus reyes.

10-14. se encendió la ira de Balac contra Balaam, y batiendo sus palmas—El batir las palmas es entre la gente oriental una indicación de la ira más violenta (véase Ezequiel 21:17; Ezequiel 22:13), y despedida ignominiosa.

15. tomó su parábola—o profecía, pronunciada en estilo poético.

17. Verélo—más bien. “lo veo” o “lo he visto”—una vista profética, como la de Abraham (Juan 8:56). loi e., Israel. saldrá estrella de Jacob, levantaráse cetro de Israel—Esta imagen, en el lenguaje jeroglífico de Oriente, quiere decir algún gobernante eminente, primeramente David; pero en segundo lugar y preeminentemente, el Mesías (véase Génesis 49:10). cantones—bordes, a veces usado por decir todo el país. (Éxodo 8:2; Salmo 74:17). los hijos de Seth—algún príncipe de Moab; o, según algunos, “los hijos de Oriente.”

18. será tomada Edom—Esta profecía fué cumplida por David (2 Samuel 8:14). Seir—visto en el sur, y usado poéticamente por Edom. La conquista doble de Moab y Edom se indica. (Salmo 60:8; Salmo 108:9).

19. el de Jacob se enseñoreará—David, y particularmente Cristo. de la ciudad lo que quedare—aquellos que huyen a los lugares fortificados. (Salmo 60:9).

20. Amalec … su postrimería perecerá para siempre—Su territorio se veía en la extremidad más remota del desierto. (Véase Éxodo 17:14; también 1 Samuel cap. 15).

21. el cineo … pon en la peña tu nido—Aunque estaban establecidos en las aberturas de las peñas altas de Engedi hacia el oeste, serían reducidos por enemigos sucesivos, hasta que los invasores asirios los llevasen cautivos. (Jueces 1:16; Jueces 4:11; Jueces 16:17; también 2 Reyes 15:29; 2 Reyes 17:6).

23. ¿quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas—Pocos se escaparán de la desolación que enviará un Nabucodonosor para azotar aquellas regiones.

24. Cittim—países a lo largo del Mediterráneo, particularmente Grecia e Italia. (Daniel 11:29). Los asirios mismos habían de ser derrotados, primero, por los griegos bajo Alejandro Magno y sus sucesores; y luego, por los romanos. Eber—la posteridad de los hebreos, (Génesis 10:24). él también perecerá—i. e., el conquistador de Assur y Eber, es decir, los imperios griego y romano.

25. se levantó Balaam, y se fué, y volvióse a su lugar—Mesopotamia, a la cual, sin embargo, no llegó. (Véase cap. 31:8).

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