Oseas 6:1-11

1 ¡Vengan y volvámonos al SEÑOR! Porque él arrebató pero nos sanará; él hirió pero nos vendará.

2 Él nos dará vida después de dos días; al tercer día nos levantará y viviremos delante de él.

3 Conozcamos y persistamos en conocer al SEÑOR. Segura como el alba será su salida; vendrá a nosotros como la lluvia; como la lluvia tardía regará la tierra.

4 “¿Qué haré contigo, oh Efraín? ¿Qué haré contigo, oh Judá? La lealtad de ustedes es como la nube de la mañana y como el rocío que muy temprano se desvanece.

5 Por esta razón yo los despedazaré por medio de los profetas; los mataré con los dichos de mi boca y mi juicio saldrá como la luz.

6 Porque misericordia quiero yo y no sacrificios; y conocimiento de Dios más que holocaustos.

7 “Pero ellos violaron el pacto, cual Adán. Allí me traicionaron.

8 Galaad es una ciudad de malhechores y sus huellas son de sangre.

9 Como se esconden los merodeadores así se esconden los sacerdotes. Asesinan en el camino de Siquem; ciertamente hicieron infamia.

10 En la casa de Israel he visto algo horrible. Allí se prostituyó Efraín; se contaminó Israel.

11 También para ti, oh Judá, está preparada una cosecha.

CAPITULO 6

SE EXHORTAN LOS ISRAELITAS UNOS A OTROS A BUSCAR AL SEÑOR. Con el v. 4 empieza un nuevo discurso de queja contra ellos, porque los vv. 1-3 evidentemente pertenecen al v. 15 del cap. 5, y representan la feliz terminación del castigo de Israel; en primer orden, el retorno de Babilonia, y por fin el regreso de su larga dispersión actual. El v. 8 acaso se refiere al asesinato de Pecaías; el discurso no puede ser posterior al reinado de Peca, porque fué llevado cautivo (2 Reyes 15:29).

1. volvámonos—a fin de que Dios, que “ha vuelto a su lugar,” se vuelva a nosotros (2 Reyes 5:15). arrebató, y nos curaráDeuteronomio 32:39; Jeremias 30:17). Atribuyen su castigo, no a la fortuna ni al hombre, sino a Dios, y reconoce que ninguno (ni el asirio, como una vez vanamente creían,Jeremias 5:13) salvo Dios solo, puede curarles la herida. Están al mismo tiempo persuadidos de la misericordia de Dios, lo cual es el punto de partida del arrepentimiento verdadero, condición sin la cual los hombres no buscarían a Dios, sino que al contrario, aborreciéndole, huirían de él. Por grave que sea nuestra herida, no está perdida la esperanza de la cura; hay lugar para la gracia y una esperanza de perdón. Nos ha herido, pero no tan gravemente que no nos pueda curar (Salmo 130:4).

2. En primer término, en figura, el avivamiento nacional de Israel, en un período corto (como “dos o tres” denota unos pocos días, Isaías 17:6; Lucas 13:32); antitipicamente el lenguaje está encuadrado de modo que sólo puede referirse en su plena exactitud al Mesías, el Israel ideal (Isaías 49:3; véase Mateo 2:15 con Oseas 11:1), resucitado al tercer día (Juan 2:19; 1 Corintios 15:4; véase Isaías 53:10). “Vivirá por largos días.” Véase el uso similar de la resurrección politica de Israle como el tipo de la resurrección general de la que “Cristo es las primicias” (Isaías 26:19; Ezequiel 37:1; Daniel 12:2). viviremos delante de él—gozaremos su favor y la luz de su rostro que nos resplandecerá, como de antiguo; en contraste con el 5:6, 15; “apartóse de ellos.”

3. Conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová—El resultado de su favor re cobrado (v. 2) será el crecimiento continuo en el conocimiento salvador de Dios, como el fruto de la perseverancia en seguir en pos de él (Salmo 63:8; Isaías 54:13). Como la falta del “conocimiento de Dios” ha sido la fuente de todas los males (Isaías 4:1; Isaías 5:4), así el conocimiento de él traerá juntamente todas las bendiciones; en verdad, es la misma “vida” (Juan 17:3). Este conocimiento es práctico, no meramente teórico (Jeremias 22:15). La teología es vida, no ciencia; realidades, no palabras. Este desarrollo progresivo está ilustrado por la luz del “alba,” que va creciendo más y más, que “va en aumento hasta que el día es perfecto” (Proverbios 4:18). aparejada—Está segura su venida, lit., fijada, ordenada en sus eternos propósitos de amor para con el pueblo de su pacto; “aparejado de Dios” (Génesis 41:32; Apocalipsis 12:6). Jehová vendrá por ciertó en socorro de su pueblo, después de su oscura noche de calamidades. como el alba—(2 Samuel 23:4.) como la lluvia tardía y temprana—(Job 29:23; Joel 2:23.) Primero se menciona “la lluvia” en general; luego las dos lluvias (Deuteronomio 11:14) que obraban la fertilidad de Palestina, la ausencia de las cuales se tenia por la más grande calamidad; “la lluvia tardía,” que cae en la última mitad de febrero y durante marzo y abrill, justamente antes de la cosecha (lo cual le da su nombre, de la raíz que significa “juntar”); y “la lluvia temprana”, lit., la saltante, desde mediados de octubre a mediados de diciembre. Como la lluvia fertiliza la tierra que sin ella es estéril, así el favor de Dios restaurará la nacionalidad de Israel por largo tiempo muerta.

4. ¿Qué haré a ti—para volverte a la piedad. ¿Qué más pudiera hacerse que yo no haya hecho, tanto de misericordias como de castigos (Isaías 5:4)? En este versículo comienza un nuevo discurso, que reasume las amenazas (Isaías 5:14). Véase la introducción a este capítulo. piedad … como la nube de la mañana—disipada pronoto por el sol (Isaías 13:3). Hay aquí un contraste tácito con la promesa de la futura gracia de Dios a Israel, del v. 3. Su salida es “como la mañana,” que alumbra más y más hasta que el día es perfecto; vuestra piedad es “como una nube matutina,” que pronto se disipa. Su venida a su pueblo es “como las (fertilizantes) lluvias tardía y temprana;” vuestra venida a él, a “como el rocío temprano que se desvanece.”.

5. corté con los profetas—es decir, anuncié por los profetas que serían cortados en pedazos, como los árboles del bosque. Dios identifica su obra con la de los profetas, la palabra siendo su instrumento para ejecutar su voluntad (Jeremias 1:10; Ezequiel 43:3). con las palabras de mi boca—(Isaías 11:4; Jeremias 23:29; Hebreos 4:12). tus juicios—los juicios que infligiré a tí, Efraín y Judá (v. 4). Asi “tus juicios,” es decir, los en ti infligidos (Sofonías 3:15). serán como luz que sale—como la luz, patente a todos los ojos, como venida de Dios, el que castiga al pecado. Henderson traduce: “relámpago” (véase Job 37:3, Job 37:15).

6. misericordia—puesta por “piedad” en general, de la cual la misericordia o la caridad es una rama. y no sacrificio—es decir, “antes que el sacrificio.” Así el no es meramente un comparativo (Éxodo 16:8; Joel 2:13; Juan 6:27; 1 Timoteo 2:14). Como Dios mismo instituyó los sacrificios, no puede significar que no los deseara en absoluto, sino que aun en el Antiguo Testamento él avaluaba la obediencia moral como la única finalidad para la que fueron instituídas las ordenanzas positivas, tales como los sacrificios: de mucho más ímportancía que la mera obediencia ritualista externa (1 Samuel 15:22; Salmo 50:8; Salmo 51:16; Isaías 1:11; Miqueas 6:6; Mateo 9:13; Mateo 12:7). conocimiento de Dios—experimental y práctico, no meramente teórico (v. 3; Jeremias 22:16; 1 Juan 2:3). “Mísericordia” se refiere a la segunda tabla de la ley, nuestro deber para con el prójimo, “el conocimiento de Dios,” a la prímera, nuestro deber para con Dios, inclusive el intimo culto espiritual. La segunda tabla se mencíona primero, no como superior en dignidad (pues es secundaria), sino en el orden de nuestro entendimiento. cual Adam—La lección preferible es, “cual los hombres,” eso es, la clase común de los hombres (Salmo 82:7). La expresión “el pacto” no se halla en otra parte aplicada a la relación de Adán con Dios, aunque la cosa parece estar implícita (Romanos 5:12). Israel “transgredía el pacto” de Dios tan ligeramente, como todos los días los hombres quebrantan los conveníos hechos con el prójimo. allí prevaricaron—en el reino del norte, O sea, Israel.

8. Galaad, ciudad—Probablemente Ramot de Galaad, la metrópoli de la región serrana más allá del Jordán, al sur del arroyo de Jaboc, conocida como “Galaad” (1 Reyes 4:13; Véase Génesis 31:21). obradores de iniquidad—(Génesis 12:11.) ensuciada de sangre—“marcada con huellas de sangre.” (Maurer.) Se refiere a la complicidad de Galaad en la conspiración regicida de Peca contra Pecaías (2 Reyes 15:25). Véase nota, v. 1. Había allí muchos homicidas, porque había en aquel lado del Jordán más ciudades de refugio en proporción a la extensión territorial, que en la parte occidental (Números 35:14; Deuteronomio 4:41; Josué 20:8). Ramot de Galaad era una de ellas.

9. Junta—asociación o gremio de sacerdotes. mancomunadamente matalit., de un hombro (véase Sofonías 3:9). La figura se toma de los bueyes, que ponen sus hombros para tirar del mismo yugo. (Rivetus.) Maurer traduce: “en el camino hacia Siquem.” Esta era ciudad de refugio entre Ebal y Gerizim. sobre el monte Efraín, (Josué 20:7; Josué 21:21), largo tiempo capital civil de Efraín, como Silo fué la religiosa; ahora llamada Nablus; una vez fué la residencia de Jeroboam (1 Reyes 12:25). Los sacerdotes de allí se corrompieron de tal manera que asechaban y mataban a los que huían hacia la ciudad de refugio (Henderson); la santidad del lugar aumentaba la culpabilidad de los sacerdotes, que abusaban de sus privilegios sacerdotales y del derecho de asilo, para perpetrar homicidios ellos mísmos, o para ocultar los que otros cometían. (Maurer.) ponen en efecto la abominación—el crimen deliberado, maldad presuntuosa, de una raíz arábiga que significa: tomar una resolución deliberada.

10. suciedad—la Versión Inglesa: “cosa horrible” (Jeremias 5:30; Jeremias 18:13; Jeremias 23:14). fornicó—practicó la idolatría.

11. Judá puso … planta—Mejor: “Para ti. oh Judá, esta puesta una planta (cosecha),” es decir, de juicios, como en Jeremias 51:33; Joel 3:13; Apocalipsis 14:15. Llamada “siega”, porque es el fruto de la semilla que Judá misma había sembrado (Apocalipsis 8:7; Apocalipsis 10:12; Job 4:8; Proverbios 22:8). Judá, bajo Acaz, perdió 120.000 hombres “muertos en un día (por Israel bajo Peca), porque habían dejado a Jehová el Dios de sus padres.”—habiendo yo vuelto la cautividad de mi pueblo—por medio de Obed mi profeta, haciendo retornar del cautiverio israelita 200.000 mujeres, niños y niñas de Judá (2 Crónicas 28:6). Esta profecía fué dada en tiempo de Peca. (Ludovico de Dios.) Maurer explica: Cuando Israel, desterrado a causa de sus pecados, haya sido luego restaurado por mí, tú, Judá, también serás desterrado por los tuyos. Pero por cuanto el castigo de Judá no se efectuó cuando Dios restauró a Israel, la explicación de Ludovico debe ser aceptada. Grocio traduce: “Cuando yo haya vuelto para hacer cautivo (es decír, cuando haya vuelto a hacer cautivo) a mi pueblo.” La primera cautividad de Israel, bajo Tiglatpileser, fué seguida por una segunda bajo Salmanasar. Después se efectuó el sítio de Jerusalén y la captura de las cíudades amuralladas de Judá por Sennaquerib, el precursor de otros ataques que terminaron en la cautividad de Judá. Pero el hebreo se emplea en otras partes para denotar restauración, y no castigo renovado (Deuteronomio 30:3; Salmo 14:7.)

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