Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; estos misterios y secretos de la sabiduría divina. --- Porque el Espíritu todo lo escudriña: el Espíritu divino, el Espíritu Santo, todo lo escudriña, y nadie sino este Espíritu de Dios, es decir, el Espíritu, que es Dios, conoce las cosas que son de Dios, como nadie. pero el espíritu que está en el hombre, conoce las cosas del hombre, conoce sus pensamientos y afectos interiores.

Pero por el Espíritu de Dios, podemos comprender el espíritu de gracia, de conocimiento, de profecía, que Dios ha dado a sus fieles, y particularmente a sus apóstoles, para elevarlos a un conocimiento superior de los misterios divinos. (Witham)

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