Te escribí en una epístola. Si no quiere decir lo que ya ha dicho en esta epístola, debe haber sido en alguna otra, que les había escrito antes, (como alguna conjetura) y que ahora no existe. --- Ahora para estar en compañía de fornicarios, ni de pecadores tan escandalosos como públicos, ni siquiera para comer con ellos. Pero debes notar, que quiero decir, cuando son hermanos o cristianos, no cuando son infieles, porque esto no puede evitarse, especialmente por aquellos que deben trabajar para convertirlos.

Esta amonestación del apóstol nos muestra cuánto tienen de culpa las personas que con su porte animan, aplauden y se deleitan con la mala compañía. A los que están sin la palidez y el pliegue de la Iglesia, el apóstol deja al gran juez de vivos y muertos. (Witham)

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