De Dios, nuestro Salvador. Dios el Padre es llamado aquí nuestro Salvador, como también a Tito, (iii. 4) siendo el autor de nuestra salvación, como lo son las tres personas divinas. (Witham) --- Como esta carta iba a ser leída a los fieles, era apropiado que San Pablo hablara con dignidad y autoridad; y, como en el transcurso de la misma reprende a los falsos apóstoles que enseñaron de sí mismos, les recuerda al principio de su carta que él mismo había entrado en el ministerio sagrado y era apóstol por mandato de Dios. (Calmet)

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