Nuestra carne, es decir, yo mismo, no descansaba, por la preocupación que tenía por ti, después de haber escrito mi última carta. (Witham) --- Combate por fuera, miedos por dentro. Perseguido abiertamente por los paganos, por los judíos y por los falsos hermanos, fui atormentado en mi interior, por las aprehensiones y temores que les acabo de relatar. Estaba bajo un continuo temor de que mi carta hubiera sido escrita en un tono demasiado severo.

Tenía dudas sobre si el incestuoso se sometería a la sentencia de excomunión y censura pronunciada en su contra. Y dije conmigo mismo: ¿No deshacerán los falsos maestros y harán infructuosos todos mis esfuerzos en beneficio de la Iglesia? ¿No apartará mi carta sus mentes de mí? (Calmet) --- Nuestro cuerpo no tuvo tranquilidad, asaltado por un diluvio de males desde el exterior, por los enemigos del evangelio desde dentro, por el temor de nuevas persecuciones. (Menochius)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad