verso 2 Corintios 7:5 _ Cuando llegamos a Macedonia... San Pablo, habiendo salido de Éfeso, vino a Troas, donde se detuvo algún tiempo; después vino a Macedonia, desde donde escribió esta epístola,

Nuestra carne no tuvo descanso... Tan sumamente ansioso estaba él por conocer el éxito de su primera epístola a ellos.

Fuera estaban las luchas... Las oposiciones de paganos, judíos y falsos hermanos.

Dentro estaban los miedos... Conjeturas inciertas relativas al éxito de su epístola; temores de que la severidad de la misma les alejara totalmente de su afecto; temores de que el partido de la persona incestuosa hubiera prevalecido; temores de que la enseñanza del falso apóstol hubiera pervertido sus mentes de la simplicidad de la verdad; todo era incertidumbre, toda aprensión; y el Espíritu de Dios no creyó conveniente eliminar las causas de estas aprensiones de ninguna manera extraordinaria.

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