No condescendí a carne y hueso. Literalmente, no accedí a carne y hueso. No tenía en cuenta las ventajas o los amigos temporales. Algunos lo exponen, no creí necesario consultar a los otros apóstoles, hombres que eran mis compatriotas; de ahí se sigue que no vine a Jerusalén a los apóstoles, para ser instruido por ellos, habiendo sido instruido por Cristo mismo. (Witham)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad