Un sonido, etc. Quizás fue una especie de trueno, acompañado de un gran viento, que llenó de terror y sobrecogimiento a toda la concurrencia, y los dispuso a recibir el don del cielo con humildad y fervor. Este ruido parece haberse escuchado en una gran parte de la ciudad y haber reunido a una gran multitud que vino a conocer la causa. Este ruido y este viento eran símbolos de la divinidad.

Fue así también que anteriormente en el monte Sinaí, truenos y relámpagos, la nube oscura, la montaña humeante, etc. marcó la majestad de Dios. (Calmet) --- Jesucristo, nuestra Pascua, para responder perfectamente a la figura, fue ofrecido el día de la gran Pascua judía; así que cincuenta días después, para cumplir la figura similar de la ley dada en el monte Sinaí, envió el Espíritu Santo en el día de su Pentecostés, que significa cincuenta. Pero nuestras fiestas, como señala San Agustín, además del recuerdo de los beneficios pasados, encierran también grandes misterios de la vida venidera. (Ep. Cxix. Cap. 16.)

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