Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados.

Y de repente vino del cielo un estruendo, como de un viento recio que soplaba. "La descripción entera (como señala Olshausen) es tan pintoresca e impactante que solo podría haber sido dada por un testigo presencial". La súbita, fuerte y difusiva manifestación del sonido impresiona profundamente a todo el grupo y completa así su preparación para el don celestial. El viento es un emblema familiar del Espíritu ( Ezequiel 37:9 ; Juan 3:8 ; Juan 20:22). Pero esto no fue un arremolinarse de viento real; solo fue un sonido como de viento. La descripción de Neander de que "un terremoto, acompañado de un torbellino, sacudió repentinamente el edificio donde se encontraban reunidos" no tiene ningún fundamento aparte de su propia imaginación, que se esfuerza por dar una explicación natural a lo sobrenatural. Si el historiador hubiera querido transmitir esa impresión, ¿por qué se expresó en términos que sugieren algo mucho más inusual?

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