Esta enfermedad no es de muerte. Esto es, aunque realmente muere, no está diseñado para que permanezca muerto. (Witham) --- Esta enfermedad no es para muerte; porque su muerte misma no fue para muerte, sino más bien para la obra de un gran milagro, por el cual los hombres fueron llevados a la verdadera fe, y así evitaron una muerte eterna. (San Agustín, tratado. 49. en Juana.) --- Lázaro ciertamente murió de esta enfermedad, pero no murió como otros hombres, para seguir muerto; porque Jesús lo resucitó para la gloria de Dios. (San Cirilo, Crisóstomo, etc.)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad