Hasta que vean al Hijo del Hombre viniendo en su reino. Algunos exponen esto, como se cumplió en su transfiguración, que sigue en el próximo capítulo. Otros lo entienden de la gloria de Cristo y de su Iglesia, después de su resurrección y ascensión, cuando debería ser considerado Redentor del mundo: y este estado de la Iglesia cristiana podría llamarse el reino de Cristo. (Witham) --- Esta promesa de una visión transitoria de su gloria la hace, para probar que un día vendría en toda la gloria de su Padre, para juzgar a cada hombre según sus obras: no según su misericordia, o su fe, sino según sus obras.

(San Agustín, de verb. Apos. Serm. 35.) --- De nuevo, pregunta San Agustín ¿cómo podría nuestro Salvador recompensar a cada uno según sus obras, si no hubiera libre albedrío? (lib. ii. cap. 4. 5. 8, de act. cum F \ '9c lic. Manich.) (Bristow)

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