Todo esto te daré. El padre de las mentiras prometió aquí lo que no era suyo para dar. Porque aunque sea llamado el príncipe de este mundo, (Juan XII. 31), es decir, los impíos, que voluntariamente se hacen sus esclavos; sin embargo, el poder del diablo está tan restringido, que no pudo entrar en los cerdos hasta que Cristo lo permitiera. (Mateo viii. 31.) (Witham) --- ¡Qué arrogancia! que orgullo! El diablo promete reinos terrenales, mientras que Jesús promete un reino celestial a sus seguidores. (San Remigio) He aquí el orgullo de este corazón; como antes quiso hacerse Dios, ahora quiere asumir honores divinos. (Santo Tomás de Aquino)

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