Y le dice: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

Y le dice: Todo esto te daré - si postrado me adorares. "Y su gloria", añade Lucas. Pero Mateo, al haber dicho previamente que esto le fue "mostrado", no necesitó repetirlo aquí. Lucas  añade estas otras cláusulas muy importantes, aquí omitidas: "porque a mí me ha sido entregado, y a quien quiero lo doy". ¿Fue esto completamente falso? Eso no sería como la política habitual de Satanás, que es insinuar sus mentiras bajo el disfraz de alguna verdad. Entonces, ¿qué verdad hay aquí? Respondemos: ¿No es Satanás llamado tres veces por nuestro Señor mismo "el príncipe de este mundo"?  ¿no lo llama el apóstol "el dios de este siglo"? y aún más, ¿no se dice que Cristo vino para destruir por su muerte "al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo"? Sin duda, estos pasajes solo expresan la subordinación voluntaria de los hombres al gobierno del malvado mientras viven, y su poder para rodear de todos los terrores del salario del pecado la muerte cuando llega. Pero como este es un dominio real y terrible, toda la Escritura representa a los hombres como vendidos justamente bajo él. En este sentido habla lo que no está desprovisto de verdad, cuando dice: "Todo esto me ha sido entregado". ¿Pero cómo lo entrega "a quien quiere"? Al emplear a quien le plazca de sus súbditos dispuestos para mantener a los hombres bajo su poder. En este caso, su oferta a nuestro Señor era la de una supremacía delegada en proporción a la suya, aunque como su don y para sus fines.

Si te postras y me adoras. Esta era la única, pero monstruosa condición. Ninguna Escritura, como se puede observar, se cita ahora, porque ninguna se podría encontrar para apoyar una afirmación tan blasfema. De hecho, ha dejado ahora de presentar sus tentaciones bajo la máscara de la piedad, y se presenta descaradamente como el rival de Dios mismo en sus reclamos por la adoración de los hombres. Desesperado por el fracaso como ángel de luz, se despoja de todo disfraz y con una brillante promesa solicita el honor divino. Esto demuestra nuevamente que ahora estamos en la última de las tentaciones, y que el orden de Mateo es el verdadero.

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