Pero vestíos del Señor Jesucristo. Para poner, es una metáfora usada en la Escritura; como cuando se dice, vestíos del nuevo hombre, etc. Y no hagáis provisión para la carne en sus concupiscenses. Es decir, no cuides, ni mimes y complazcas tu apetito en comer y beber, para aumentar tus inclinaciones desordenadas, pero mantenlas en la debida sujeción. (Witham) --- El apóstol no prohíbe todo cuidado del cuerpo, ya que él mismo dice en la epístola a los Efesios, v.

"Nadie odió jamás su propia carne, sino que la nutre y la cuida". Pero prohíbe ese cuidado de la carne, mediante el cual se fortalecen y alientan los deseos y concupiscencias de la carne. De esto son culpables los que siempre se entregan a los placeres y la voluptuosidad. (Estius) --- Vestíos del Señor Jesucristo, es decir, entrad en sus sentimientos, imitad sus virtudes, y no permitáis a la carne sus deseos desmesurados.

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