El apóstol evidentemente está hablando a los judíos convertidos y no a los gentiles. Porque los gentiles creían en ciertos jueces del infierno, que sentenciaban a todos tan pronto como dejaban de vivir. Esto es lo que los eruditos llaman teología poética, y la consideran fabulosa. Pero además de un juicio particular a la hora de la muerte, los hebreos creían en un juicio general de todos los hombres, o al menos de todos los justos, en el valle de Jehosafat; como puede verse en los profetas y los libros de Sabiduría y Macabeos. (Calmet)

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