E hizo Dios dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para regir el día, y la menor lumbrera para regir la noche. También hizo las estrellas. Aunque los nombres no se mencionan expresamente, es obvio que la luz más grande es el sol, que, por su luz y poder, gobierna el día, tiene la influencia más profunda sobre la vida orgánica e inorgánica, y la luz más pequeña es la luna, que gobierna la noche y la vida de la noche de la misma manera que lo hace el sol durante el día. Asimismo, Dios en este día llenó los inmensos confines del universo con innumerables estrellas.

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