E hizo Dios dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para gobernar el día, y la lumbrera menor para gobernar la noche: [hizo] también las estrellas.

(n) Es decir, el sol y la luna, y aquí habla como el hombre juzga con sus ojos: porque de lo contrario la luna es menor que el planeta Saturno.

(o) Para darle suficiente luz, como instrumentos designados para el mismo, para servir a los propósitos del hombre.

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