y rasgad vuestro corazón con dolor verdadero y no fingido, y no vuestras vestiduras, porque esto último también puede ser hecho por hipócritas, y volveos al Señor, vuestro Dios; porque Él es clemente y misericordioso, lento para la ira y de gran bondad, y se arrepiente de la maldad, es decir, está persuadido de no dejar que la justicia severa solo gobierne. Cfr. Éxodo 34:6 .

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