Entonces José, habiendo despertado del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado y tomó a su mujer.

Tan pronto como despertó del sueño, se puso inmediatamente, enérgicamente activo y se dispuso a actuar según las instrucciones divinas. Se llevó a María a casa como esposa, celebró el compromiso matrimonial con todas las ceremonias judías habituales. A ella, que era su esposa por compromiso, ahora se le dio esta posición a los ojos del mundo entero. Pero el matrimonio no se consuma en ese momento:

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