'Y le preguntaron y le dijeron: "¿Por qué, pues, bautizas si no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?"

Estaban desconcertados por su bautismo. Reconocieron que debía tener un gran significado religioso, pero era uno que no entendían. Tampoco estaban seguros de dónde sentía que había obtenido la autoridad para realizar tal bautismo. Si no se veía a sí mismo como el Mesías esperado, o como Elías, o como el gran Profeta, ¿por qué estaba bautizando? Es casi seguro que vieron su bautismo como un aspecto especial del lavado ceremonial, aunque reconocieron que era una vez para siempre, y querían conocer sus credenciales para presentar tal idea. Para lograr un enfoque tan nuevo, tenía que ser alguien de extraordinaria importancia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad