Jesús les respondió diciendo: “Muchas buenas obras del Padre les he mostrado. ¿Por cuál de estos me apedreas? '

Jesús respondió a su ira. Sus palabras fueron sutiles y al grano. Llamó la atención sobre lo que no podían negar, los milagros que había realizado públicamente y que todos los hombres estaban de acuerdo en que eran buenos y de Dios. No podían negarlos y, sin embargo, estos testificaron de él. Que consideren lo que había hecho. ¿Había hecho algo digno de ser apedreado?

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