“Y no busques qué comerás y qué beberás, ni seas dudoso, porque todas estas cosas buscan las naciones del mundo, pero tu Padre sabe que las necesitas”.

La conclusión es, por tanto, que como todo es transitorio, no deberíamos preocuparnos por las provisiones diarias de nuestra vida. Son de poco valor a excepción de la supervivencia. Y aunque esas son las cosas que buscan las naciones del mundo, es porque no tienen un Padre que las cuide. Por otro lado, los que son Suyos tienen un Padre que los cuida y que sabe que necesitan tales cosas. Por lo tanto, deben confiar en Él para ellos y no permitir que sus mentes se llenen de dudas y preocupaciones acerca de su provisión, o que se llenen de ansiedad por tales cosas.

'Las naciones del mundo'. Ésta es una descripción judía típica del mundo. Pero aquí Jesús ha incluido dentro de él a los judíos incrédulos. Ahora ya no deben ser vistos como el pueblo santo de Dios. Ahora son simplemente una parte del mundo a menos que se unan al nuevo y verdadero Israel siguiéndolo.

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