NO HAY INJUSTICIA CON DIOS

'Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué diremos entonces? ¿Hay injusticia en Dios? Dios no lo quiera.'

Romanos 9:13

Jacob tuvo grandes pecados, ¡pero fueron caídas! Se levantó; se arrepintió y fue perdonado. En el fondo de su corazón, era dueño, amaba, servía y honraba a Dios. Había una vida secreta escondida en el hombre que debes contraponer a la vida visible y pública. Al final y principalmente fue un hombre religioso. Es como lo que fueron los Salmos para la vida de David, o las Crónicas para la vida de Manasés. El hijo de Dios sale y la gracia prevalece.

Esaú era, en un sentido mundano, moral pero impío. No está muy mal con el hombre, pero nunca está bien con Dios. No había en él verdadero temor ni amor por Dios. 'A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí'.

¿Y no sentirías tú lo mismo?

I. Suponga que tiene dos hijos . El uno vivió una vida perfectamente correcta; pero no eras nada para él. Evitó tu sociedad; y nunca reconoció ni tu autoridad ni tu amor. El otro hizo muchas cosas malas y muchas veces te afligió; pero te amaba con cariño, reconoció sus obligaciones para contigo y se lamentó mucho cuando te lastimó; y siempre estuviste en su corazón. ¿Cuál sería el que amabas? ¿No serían las faltas de uno nada comparadas con la frialdad y la indiferencia del otro? El que demostró ser, después de todo, el hijo , ¿no tendría el afecto del padre? A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué diremos entonces? ¿Hay injusticia en Dios? Dios no lo quiera.'

II. El mundo está compuesto en gran medida por 'Esaus' y 'Jacobs'. —Algunos llevan vidas muy correctas. ¿Qué es Dios? Un cifrado. ¿Donde esta Dios? En ningún lugar. Otros son realmente religiosos. Aman a Dios. Pero hacen muchas, muchas cosas muy incoherentes y muy malas. Se arrepienten; son perdonados. Ellos se esfuerzan; son miserables. Y luego van y vuelven a hacer lo mismo. Y el proceso se repite cientos y cientos de veces.

Y la gente correcta y moral del mundo, ve los pecados de las personas religiosas, sospecha de ellos y los desprecia. Y las personas religiosas apenas recuerdan cuán inferiores son, en muchas cosas, al mundo.

III. La secuela ... Entonces, ¿qué será para los Jacobs? Serán castigados , como lo fue Jacob, por una justicia retributiva. Pasarán por duras pruebas de purificación. ¡Sufrirán hasta el fuego! ¡Pero se salvarán! ¿Y qué pasa con los Esaus que viven y mueren Esaus? Una justicia retributiva también; una negación. No hay Dios en ellos; entonces, ¡no hay Dios para ellos! ¡Sin derecho de nacimiento! ¡Sin bendición! ¡Sin arrepentimiento! A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué diremos entonces? ¿Hay injusticia en Dios? ¡Dios no lo quiera!'

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