Pero ahora, cuando Timoteo vino de ustedes a nosotros, y nos trajo buenas nuevas de su fe y caridad, y que siempre nos recuerdan bien, deseando mucho vernos, como también nosotros verlos a ustedes:

Ver. 6. Y nos trajo buenas nuevas ] Aquí el diablo se desilusionó. Había estado mordisqueando, pero no podía sujetar: esta materia no era maleable. Dios lo limita, y lo rechaza, cuando preocuparía a sus pobres corderos, convirtiéndolo todo en su bien eterno.

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