Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Ver. 8. Porque el que siembra para su carne ] El que descuidando su pobre alma, sólo se preocupa por emplumar su nido y amontonar riquezas. Si ventri bene, si lateri, como Epicuro en Horacio; si el vientre puede llenarse, la espalda ajustada, dejar que el alma se hunda o nade, no se preocupa.

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