Pilato, pues, salió otra vez y les dijo: He aquí, os lo traigo para que sepáis que no hallo falta en él.

Ver. 4. Para que sepáis que no hallo culpa ]. Pero, ¿por qué no lo liberó entonces de sus manos? La pusilanimidad (cobardía) y la popularidad no lo sufrirían; pero de todas formas dará testimonio de su inocencia. Entonces, cuando el Dr. Weston se fue del Sr. Bradford, mártir (con quien previamente tuvo una conferencia), el guardián le dijo a Bradford que el médico habló abiertamente que no veía ninguna razón por la que debían quemarlo.

Siendo este Weston prolocutor (portavoz) en las escuelas de teología en Oxford, cuando Cranmer fue llevado a disputa, comenzó así la disputa, Convenistis hodie, fratres, profligaturi detestandam illam haeresin de veritate corporis Christi en Sacramento, etc. Hermanos, hoy estáis reunidos para derrocar esa herejía indeseable sobre el cuerpo de Cristo en la Santa Cena. Ante lo cual varios eruditos estallaron en una gran carcajada, como si incluso en la entrada de la disputa se hubiera confundido a sí mismo y a su religión. Dios hará que esas palabras caigan a veces de la boca de los perseguidores, ya sea a sabiendas o por error, ya que un día se levantarán en juicio y de sus propias bocas los condenarán.

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