Si cualquier hombre viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Ver. 26. Y no odie a su padre, etc. ] a Mucho más su granja y sus bueyes. No fueron éstos, sino el amor desmesurado de éstos, lo que los detuvo, como Cristo aquí insinúa. Tu casa, hogar y bienes, sí, vida, y todo lo que tienes (dice ese mártir), Dios te ha dado como muestras de amor, para advertirte de su amor, para ganar tu amor para él nuevamente. Ahora probará tu amor, ya sea que pongas más por él o por sus señales.

a μισει, ex מאס ex odio reprobavit, respuit.

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