Y no le diré más bien: Prepárate para cenar, y cíñete y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después comerás y beberás?

Ver. 8. Cíñete y sírveme ] Implica, primero, disposición; en segundo lugar, agilidad, manejabilidad y belleza. Una mente suelta, discreta y difusa no es apta para servir a Dios. Los diáconos clamaban antaño en las reuniones de la Iglesia: Oremus, attendamus, Oremos, oremos, etc.

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