Y había una viuda en esa ciudad; y ella vino a él, diciendo: Véngame de mi adversario.

Ver. 3. Véngame de mi adversario ] Una petición franca, sin lógica ni retórica para plantearla o hacerla cumplir; para enseñarnos que aunque nuestras oraciones sean un lenguaje franco o quebrado, si son importunos, prevalecerán de todos modos.

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