Y mientras desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino?

34 Y ellos dijeron: El Señor lo necesita.

35 Y lo llevaron a Jesús; y echaron sus mantos sobre el pollino, y pusieron a Jesús sobre él.

36 Y mientras él iba, tendieron sus ropas por el camino.

37 Y cuando él se acercó, incluso ahora en la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos comenzó a regocijarse y a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto;

38 diciendo: Bendito sea el Rey que viene en el nombre del Señor: paz en el cielo, y gloria en las alturas.

39 Y algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.

40 Y él, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían inmediatamente.

41 Y cuando se acercó, vio la ciudad y lloró sobre ella,

Ver. 41. Contempló la ciudad ] Aquel común matadero de los profetas. Se dice que nuestro Señor fue asesinado en Roma, Apocalipsis 11:8 , porque fue crucificado en Jerusalén por la autoridad romana.

Y lloré por ella ] ¿No lloraremos por las ruinas de tantas iglesias hermosas y florecientes, que ahora yacen en la tierra? Cristo lloró en este día de su solemne inauguración. Será en nuestro último triunfo sólo que todas las lágrimas serán enjugadas de nuestros ojos; hasta entonces nuestras pasiones deben mezclarse, según las ocasiones.

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