¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que de verdad, se muestran hermosos, mas dentro están llenos de muertos de los hombres de los huesos y de toda inmundicia.

Ver. 27. Vosotros sois como sepulcros blanqueados ] Los judíos tenían sus bóvedas o cuevas para el entierro. Estos los más ricos pintarían, adornarían, embellecerían en la boca o en la entrada de ellos. Y a esto alude nuestro Salvador, Intus Nero, foris Cato: loquitur hic ut Piso, vivit ut Gallomus, etc. Se decía de los sármatas que toda su virtud era exterior; y de Sejanus, que tenía sólo una apariencia de honestidad, Intus summa adipiscendi libido, en su interior estaba lleno de extorsiones y excesos.

a Los hipócritas parecen luciérnagas, que tienen tanto luz como calor; pero tócalos, y no tienen ninguno. Los templos egipcios eran hermosos por fuera, cuando dentro no encontraría nada más que una serpiente o un cocodrilo. Las cajas de los boticarios a menudo tienen buenos títulos, cuando aún no contienen ni un solo trago de una buena droga. Un extraño que venía en embajada a los senadores de Roma y se tiñaba el pelo canoso y las mejillas pálidas con un tono bermellón, un senador serio que espiaba el engaño, se puso de pie y dijo: "¿Qué sinceridad podemos esperar de las manos de este hombre, cuya cerraduras, y miradas, y los labios mienten? " Piense lo mismo de todos los hipócritas pintados.

Podemos compararlos (como hace Luciano con sus griegos) con un libro de bellos patrones dorados; mira dentro de él, y ahí está la tragedia de Thyestes; o tal vez Thalya de Arrius; el nombre de una musa, la herejía de la materia: o el monstruo del libro de Conradus Vorstius, que tiene De Deo Concerning Dios, en el frente, pero ateísmo y blasfemia en el texto.

un Omnis Sarmatarum virtus extra ipsos. Tac. I. 10. Palam compositus pudor, etc. Tac.

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