17-22 Fue por el honor de Pablo que los que examinaron su caso, lo absolvieron. En su apelación no pretendía acusar a su nación, sino sólo absolverse a sí mismo. El verdadero cristianismo resuelve lo que es de interés común para toda la humanidad, y no se basa en opiniones estrechas e intereses privados. No busca ningún beneficio o ventaja mundana, sino que todas sus ganancias son espirituales y eternas. Es, y siempre ha sido, la suerte de la santa religión de Cristo, que se hable en contra de ella en todas partes. Si miramos en cada ciudad y pueblo donde se exalta a Cristo como el único Salvador de la humanidad, y donde se llama a la gente a seguirlo en novedad de vida, vemos a los que se entregan a Cristo, todavía llamados una secta, un partido, y reprochados. Y este es el trato que seguramente recibirán, mientras siga habiendo un hombre impío sobre la tierra.

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