1-4 "Señor, enséñanos a orar", es una buena oración, y muy necesaria, porque Jesucristo solo puede enseñarnos, por su palabra y Espíritu, cómo orar. Señor, enséñame qué es orar; Señor, agítame y avívame al deber; Señor, guíame por qué orar; enséñame lo que debo decir. Cristo les enseñó una oración, lo mismo que había dado antes en su sermón sobre el monte. Hay algunas diferencias en las palabras de la oración del Señor en Mateo y en Lucas, pero no tienen importancia. En nuestras peticiones, tanto para los demás como para nosotros, vengamos a nuestro Padre celestial, confiando en su poder y bondad.

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