23-31Cristo aprovechó esta ocasión para hablar a sus discípulos de la dificultad de la salvación de los que tienen abundancia de este mundo. Los que así buscan afanosamente las riquezas de este mundo, nunca apreciarán debidamente a Cristo y su gracia. También, en cuanto a la grandeza de la salvación de los que tienen poco de este mundo, y lo dejan por Cristo. La mayor prueba de la constancia de un hombre bueno es, cuando el amor a Jesús le llama a dejar el amor a los amigos y parientes. Aun cuando sean ganados por Cristo, esperen todavía sufrir por él, hasta llegar al cielo. Aprendamos a contentarnos en un estado bajo, y a cuidarnos del amor a las riquezas en uno alto. Oremos para estar capacitados para desprendernos de todo, si es necesario, en el servicio de Cristo, y para usar todo lo que se nos permite conservar en su servicio.

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