14-23 Los judíos, al rebelarse contra los romanos y perseguir a los cristianos, aceleraron su propia ruina. Aquí tenemos una predicción de esa ruina que les sobrevino en menos de cuarenta años después de esto. Tal destrucción y desolación, que no se puede encontrar en ninguna historia. Las promesas de poder para perseverar, y las advertencias contra la deserción, concuerdan bien entre sí. Pero cuanto más consideremos estas cosas, más veremos abundantes motivos para huir sin demora en busca de refugio a Cristo, y para renunciar a todo objeto terrenal, por la salvación de nuestras almas.

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