7-14 Efraín se convirtió en comerciante: la palabra también significa un cananeo. Continuaron el comercio siguiendo los principios cananeos, con codicia y con fraude y engaño. Así se hicieron ricos y supusieron falsamente que la Providencia los favorecía. Pero los pecados vergonzosos tendrán castigos vergonzosos. Que recuerden, no solo qué poderoso príncipe Jacob era con Dios, sino qué sirviente era para Labán. Los beneficios que hemos tenido de la palabra de Dios hacen que nuestro pecado y nuestra locura sean peores, si ponemos algo de menos en esa palabra. Es mejor que sigamos el trabajo más duro en la pobreza, que enriquecernos con el pecado. Podemos formar un juicio sobre nuestra propia conducta, comparándola con la de los antiguos creyentes en circunstancias similares. Quien desprecia el mensaje de Dios, perecerá. Que todos podamos escuchar su palabra con fe humilde y obediente.

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