El pie se presenta elegantemente como hablando de la mano; el oído, del ojo; cada uno, de una parte que tiene algún parecido con él. Así, entre los hombres, cada uno tiende a compararse con aquellos cuyos dones de alguna manera se parecen a los suyos, más que con aquellos que están a distancia, ya sea por encima o por debajo de él. Por tanto, ¿no es del cuerpo? ¿Es buena la inferencia? Quizás el pie pueda representar a cristianos privados; la mano, oficiales en la iglesia; el ojo, maestros; el oído, oyentes.

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