A quien viene - Por fe. Como una piedra viva - Viviendo desde la eternidad; vivo de entre los muertos. Hay una maravillosa belleza y energía en estas expresiones, que describen a Cristo como un fundamento espiritual, sólido, firme, duradero; y los creyentes como un edificio erigido sobre él, con preferencia al templo que los judíos consideraban su mayor gloria. Y San Pedro, hablando de él así, muestra que no se juzgó a sí mismo, sino a Cristo, como la roca sobre la que se construyó la iglesia.

Rechazado de hecho por los hombres - Incluso en este día, no sólo por judíos, turcos, paganos, infieles; sino por todos los cristianos, así llamados, que viven en pecado, o que esperan ser salvos por sus propias obras. Pero escogido de Dios - Desde toda la eternidad, para ser el fundamento de su iglesia. Y precioso: en sí mismo, ante los ojos de Dios y ante los ojos de todos los creyentes.

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