No matarás: no harás nada que dañe la salud o la vida de tu propio cuerpo o de cualquier otro. Esto no prohíbe nuestra propia defensa necesaria, o los magistrados condenar a muerte a los infractores; pero prohíbe toda malicia y odio hacia cualquiera, porque el que odia a su hermano es un homicida, y toda venganza deriva de ello; del mismo modo, la ira y el dolor dicho o hecho, o destinado a hacerse en una pasión; de esto nuestro Salvador expone este mandamiento, Mateo 5:22 .

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