He aquí, este no es el único pecado que tengo motivos para lamentarme ante ti; porque este arroyo inmundo me lleva a una fuente corrupta: y al revisar mi corazón, encuentro que este crimen atroz, fue el fruto apropiado de mi naturaleza vil, que siempre estuvo, y todavía está lista para cometer diez mil pecados. , como ofrece la ocasión.

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