Ireneo contra las herejías Libro IV

Y: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, ni groserías, ni necedades, ni blasfemias, que no convienen, sino más bien acción de gracias"[609].

Clemente de Alejandría El Instructor Libro II

A esta blasfemia el apóstol la rebate diciendo: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la buena"[122].

Epístola de Cipriano XLI

También dice el apóstol: "Ninguna palabra corrompida salga de tu boca, sino la buena para la edificación de la fe, a fin de que imparta gracia a los oyentes"[5].

Tratado Cipriano XII Tres Libros de Testimonios Contra los Judíos

De esto mismo en la Epístola de Pablo a los Efesios: "Ninguna palabra mala salga de vuestra boca, sino la buena para la edificación de la fe, a fin de que imparta gracia a los oyentes"[460].

Papa Anterus La Epístola

Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como Dios os perdonó a vosotros en Cristo.”[23]

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