(17) No salga de vuestra boca ninguna comunicación corrupta, sino la que es buena para edificar, para que ministre (o) gracia a los oyentes.

(17) También refrena la lengua, enseñándonos a moderar nuestra conversación de tal manera que las mentes de nuestros oyentes no se destruyan, sino que sean instruidas.

(n) Literalmente, "podrido".

(o) Por gracia se refiere a aquello por lo que los hombres se benefician más con respecto a avanzar en piedad y amor.

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