Salía a él Jerusalén y toda Judea.

Estas expresiones deben tomarse no en el sentido de cada individuo, sino en su sentido popular, mostrando la maravillosa impresión producida por su predicación. Los jerosolimitanos, o pueblo de Jerusalén, no se distinguen de los judíos, bajo los cuales estaban incluidos, sino que simplemente se destacan entre ellos como el pueblo de la capital y ciudad santa. Toda Judea, y entre (o por encima de) el resto, el pueblo de Jerusalén.

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Nuevo Testamento